Procesión del Corpus Christi en Sevilla 2019

El próximo Jueves 20 de Junio  de 2019 se celebra en nuestra Ciudad de Sevilla la festividad del Corpus Christi.

¿QUÉ ES EL CORPUS CHRISTI?

Corpus Christi en Sevilla, antiguamente se le llamó Corpus Domini. La fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo en la Iglesia Católica celebra la presencia de Jesucristo en la Eucaristía y tiene lugar el octavo jueves tras el Jueves Santo.

«Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y Día de la Ascensión.»

— Dicho popular

Su principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de los católicos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento. La celebración se lleva a cabo el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad, que a su vez tiene lugar el domingo siguiente a Pentecostés (es decir, el Corpus Christi se celebra 60 días después del Domingo de Resurrección). Específicamente, el Corpus Christi es el jueves que sigue al noveno domingo después de la primera luna llena de primavera del hemisferio norte.

Historia

Su origen se encuentra en una respuesta a los herejes que ponían en duda la presencia de Cristo en los Santos Sacramentos; será sor Juliana de Mont Cornillon (Santa Juliana de Lieja) quien solicitará a su obispo que la instaure, celebrándose por vez primera en Lieja (Bélgica) en 1246, propagándose progresivamente la festividad.

Tras el milagro de Pedro de Praga (1263), en el que la Sagrada Forma sangró, el papa Urbano IV instituye en 1264 la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Será en el Concilio de Trento (15451563) cuando se determine que sea llevada en procesión pública, siendo el papa Juan XXII (12491334) quien promulgue que sea paseada con los máximos honores por las calles recibiendo indulgencias aquellos que hubieran participado en la procesión.

 En Sevilla se celebrará el día de la festividad del Corpus desde aproximadamente el 1400. En su primera época la procesión tiene como elemento central y único al Cuerpo de Cristo, que es portado en un arca sobre andas.

El recorrido que sigue se establece en 1532, el cual perdura desde esa fecha; ya cubriéndose entonces previamente, en la noche anterior o en la misma mañana, con hierbas olorosas el trayecto por el que debía discurrir la procesión, alfombrándolo con arrayán, juncia, poleo, romero y tomillo.

En el siglo XVI ya procesionaban el paso de las Santas Justa y Rufina y los de San Isidoro y San Leandro, patronos de la ciudad; si bien debían ser trasladados antes a la Catedral desde sus sedes habituales en las vísperas.

Hasta su supresión por el arzobispo Jaime Palafox (16841701) fue en el cortejo la carroza de «la tarasca», acompañada por “el tarasquillo”, que era alegórica del paganismo y que, junto con gigantes, cabezudos, enanos, diablos y bailarinas, se habían incorporado a modo de un auto de fe, representado en la comitiva la victoria del bien sobre el mal, ya en el período tardomedieval.

La último aportación al cortejo tiene lugar el año 2009 cuando el cardenal Carlos Amigo Vallejo añade al mismo el paso de sor Ángela de la Cruz. En el 2013 se modifica ligeramente el orden del cortejo para darle mayor racionalidad, procesionando ahora tras la Inmaculada las Hermandades basilicales.

Pasos

En la comitiva del Corpus Christi procesionan nueve pasos, que se adornan con espigas de trigo y racimos de uvas, símbolos eucarístico del cuerpo y sangre de Cristo:

«Paso de Santa Ángela de la Cruz». Es obra del imaginero José Navarro Arteaga de 2009, talla de madera policromada. Su exorno floral y costaleros están al cargo de la La Amargura, Hermandad muy ligada a las Hermanas de la Cruz.

«Paso de las Santas Justa y Rufina». De madera policromada los de las Santas Patronas, estas imágenes al igual que las de los pasos de los obispos San Isidoro y San Leandro son obra de Pedro Duque Cornejo del siglo XVIII, El grupo escultórico barroco de la primera mitad del XVIII no se creó con la intención de sacarlo en procesión sino para la iglesia del Salvador y no se incrorpora al cortejo hasta 1859, de ahí su diferente remate en en su parte anterior y posterior; la Giralda presenta su aspecto policromado pretérito del siglo XVI, cuando tenía un color almagra y murales de Luis de Vargas. El paso lleva exorno y costaleros de las Hermandades de Triana, las cuales se van rotando cada año en esta labor.

 «Paso de la Inmaculada Concepción» (Cano, siglo XVII).

«Paso de San Isidoro». Es una imagen que como la de San Leandro está hecha en plata. Labradas a mediados del XVIII para el altar de la octava del Corpus, después pasan al cortejo; el cuerpo es de madera policromado y con una pose barroca, al que se añade un revestimiento con un cuerpo de plata, en la parte posterior de la capa pluvial de plata de San Isidoro lleva el símbolo de cabildo catedralicio, la Giralda con dos jarras de azucenas. Exorno y costaleros de la Hermandad de San Isidoro.

«Paso de San Leandro». Imagen inclinada por haberse encargado para un altar de cultos de la Catedral, de 1741, también con un cuerpo labrado en plata y una policromía nacarada barroca, en la capa pluvial figuran las Santas Justa y Rufina y entre ellas la Giralda. Exorno y costaleros de la Hermandad de la Macarena.

«Paso de San Fernando», es obra de Pedro Roldán de 1671. La talla representa un rey según los cánones del diecisiete a pesar de tratarse de un personaje del medievo; porta la espada de San Fernando que se conserva en la Catedral. Exorno y costaleros de la Hermandad de la Redención.

«Paso de la Inmaculada Concepción», obra de Alonso Cano del siglo XVII. La talla de madera policromada es una Virgen niña con el pelo suelto, también tallado, ubicada sobre una peana de plata. Exorno y costaleros de El Silencio, Hermandad muy involucrada históricamente en la defensa del dogma de la Concepción Inmaculada.

La «Santa Espina» en su relicario de la Custodia Chica.

«Paso del Niño Jesús», bajo un baldaquino de plata procesiona una talla policromada de Jesús Niño, obra maestra de Martínez Montañés de 1606, que es el modelo universal de esta iconografía. Exorno y costaleros de la Archicofradía Sacramental del Sagrario, propietaria de la imagen.

«Custodia pequeña de la Santa Espina», llamada popularmente Custodia Chica, obra de Francisco de Alfaro del XVII. También de plata, es el único de los pasos que porta una reliquia, una Espina de la Corona de Cristo. Las reliquias fueron una parte muy importante del cortejo pero cayeron en desuso tras la diatriba contra ellas que esgrimiera Blanco White. Se adorna el paso con jarras de azucenas, todo en plata. Exorno y costaleros de la Hermandad del Valle

«Sagrada Custodia», conocida como la Custodia Grande; obra maestra de Juan Arfe hacia 1580. Porta la Sagrada Forma; de estilo renacentista tiene cuatro cuerpos, con un peso de 300 kg está hecha de plata maciza, siendo el único paso de la ciudad que se sirve de ruedas para su transporte.