Antecedentes históricos:
En la escritura, otorgada ante el escribano público Baltasar de Valdés el día 13 de mayo de 1618, mediante la que se comprometía el escultor Juan de Mesa y Velasco a la realización del Santísimo Cristo del Amor, igualmente se comprometía a labrar una imagen de la Virgen con estas palabras: » y una hechura de imagen de Nuestra Señora, que sea de altura de dos varas, con sus manos y brazos de goznes, hasta medio cuerpo de escultura, la cual ha de ser de tristeza acabada en toda perfección y vista de oficiales que de ello entiendan «.
En la carta de pago que acompañó a la recepción de las imágenes , fechada el 4 de junio de 1620, se hace constar en la misma la entrega de una imagen de la Virgen. Esta igualmente figura en un inventario que hace la Hermandad siendo fiscal Juan Francisco de Alvarado y mayordomo Bernardo de Crialles, el día 28 de marzo de 1623.
Como dato curioso la Santísima Virgen del Socorro y con el fin de acción de gracias por la concesión del nuevo Patronato de Nuestra Señora en el misterio de su Concepción en Gracia, concedido por Su Santidad el Papa Clemente III, procesionó en gloria, el 29 de septiembre de 1761, desde su sede de la Iglesia de los Terceros hasta el palacio Arzobispal .
De su inicial restauración hay reseña en un libro de Clavería el día 4 de marzo de 1804, donde se notifica lo siguiente: » No hago cargo ni data de los 450 rr. que costó renovar la escultura de Nª Sª del Socorro y estofarla de nuevo por ofrecerlo a hacerlo a mi costa en cabildo de 24 de abril pasado de 1803, aunque presento recivo para que conste estar pagada dicha partida. Marcos Álvarez de Valcárcel. Mayordomo«. No se sabe a ciencia cierta quien realizó dicho trabajo pero pudo ser Juan de Astorga, hermano de la Archicofradía desde mayo de 1803, y que fue autor de las restauraciones de Santiago, San Pedro , San Juan e hizo cuatro hebreos para el paso de la Entrada en Jerusalén.
En 1934 Castillo Lastrucci retocó la zona de los ojos y realizó unas manos nuevas que posee la Hermandad, aunque las originales de Juan de Mesa, según todos los expertos, las tiene colocadas de manera habitual.
En el año de 1967 el escultor Francisco Buíza, afina su rostro, encarna de nuevo la imagen y renueva el candelero.
Iconografía:
Se trata de una imagen de Virgen dolorosa de una belleza extraordinaria, que conmueve y despierta devoción, siendo característica su elegancia en el vestir, constituyendo junto con su monumental paso de palio uno de los conjuntos más logrados de la Semana Santa sevillana.